Texto de Silvia Croques Gontad sobre la exposición de fotografías de Inés Gontad en Espacio·Uno.
La presente muestra es una exhortación a la mirada contemplativa. Una paradoja acerca del papel del ser humano en el mundo y una tensión entre el deseo de recuperar una naturaleza perdida y la voluntad de crear espacios atípicos .La metamorfosis del camaleón es una derivación del pensamiento propuesto en el proyecto E – arth.
Es una idea cargada de desengaño para con la realidad medioambiental que recuerda, de algún modo, a la melancolía vanguardista. Las composiciones se colman de contornos laxos, característicos, en esencia, por la languidez de la atmósfera, que reclama la necesidad de convivir en armonía con el medio.
Esta propuesta crea una reflexión acerca de la capacidad de adaptabilidad del ser humano, pretendiéndose un símil entre éste y el camaleón. Se presenta un realismo dulcificado a través de la viveza extremada del color, que esconde en cada una de las composiciones fotográficas el sentimiento latente de mímesis, así como una cierta visión mística del paisaje que invita a la contemplación metafísica.
Frente al mundo de la inmediatez dominante, de la aceleración programada y del frenesí carente de entusiasmo, la artista invita a la contemplación,tantas veces denominada como inútil,por aquellos que, sin duda, no han sabido mirar.
Cada una de las obras es una oportunidad de sosiego / un páramo en calma / un escape hacia el abismo. Porque solo quien replantea su propio juicio ante la imagen es capaz de ver y comprender la obra. Ningún componente es azaroso, todos tienen una razón de ser, un orden y una función,como la naturaleza misma.Si acaso planteásemos la extinción de alguno de ellos, la obra se sumiría en un sinsentido destructivo.
Esta obra replantea muchas de las cuestiones abiertas entorno al calentamiento global – el intencionadamente mal llamado cambio climático -, acerca de la sociedad individualista y la necesidad de erradicarla. Porque solo el pensamiento colectivo posibilita el movimiento hacia el bien común.Y solo la vida en comunión proporciona la supervivencia de la(s)especie(s).
Por tanto, no es solo una obra profundamente poética con fuertes compromisos estéticos, sino también un ánimo hacia la revolución natural.
Como en todo el arte podemos ver o contemplar, juzgar o comprender, pensar o ignorar. Pero sea cual sea el camino por transitar, la realidad de la obra será siempre la misma,porque a pesar de la multiplicidad de verdades,la intención es esta y depende de cada uno encontrar o no una opinión propia.
Silvia Croques Gontad.