El viernes 28 de enero se inauguró la exposición de fotografías antiguas "Retratos sin Olvido" cedida por cortesía del CEPER "María Zambrano". Hasta el 28 de febrero. Galería Espacio• Uno. San Fernando´.
Texto de Josela Maturana sobre esta exposición.
RETRATOS SIN OLVIDO
“ Retratos sin olvido”, la exposición de fotografías, que desde el 28 de enero al 28 de febrero, se ha podido visitar en la galería “Espacio·Uno”, confirma cómo la memoria es capaz de provocar en nosotros el estremecimiento que nos aporta el legado de nuestros antecesores, un tiempo de nuestro pasado más reciente entregado a unas imágenes congeladas y detenidas que, al mirarlas, se comportan como huellas indelebles, cantos y voces que llegan desde el silencio, un paisaje coral en blanco y negro, suspendido en la niebla sepia que nos invita a reconstruir nuestra procedencia, para decirnos que el tiempo es el álbum del espacio, que esos retratos testifican, salvan, proyectan su conciencia, su sueño y su realidad hasta la mirada presente.
Por iniciativa del galerista Alfonso Arenas, se rescata esta exposición, que ya pudo verse en el año 2013 en el Centro de Congresos de San Fernando. En aquel momento se expuso la totalidad de los carteles que la conformaban, y en la de estos días, y por contar con un espacio más pequeño, se han mostrado dieciséis de los treinta que la componen. No obstante, la selección hecha por el galerista es lo suficientemente significativa, como lo fue la restauración digital que Alfonso Arenas hizo de muchas de estas fotografías deterioradas por el paso del tiempo y rescatadas del olvido. Es esencial recordar que la exposición es el resultado de un trabajo llevado a cabo en el CEPER “María Zambrano”, y que fue el alumnado quien aportó todos estos retratos, extraídos de sus álbumes privados, de las cajas y cofres que parecen dormir el sueño de la desmemoria, pero que solo están aletargados, cobijados en los corazones de quienes las guardan y custodian, hasta que una mirada más amplia, la de la colectividad y la mirada plural les da sentido y las reconoce en su valor testimonial como propias.
La historia que cuenta esta exposición es asimismo el relato del propio CEPER, de su trayectoria pedagógica, social, y hondamente humana, de su origen y ofrecimiento, una tarea íntimamente unida a una filosofía de la educación como existencia llena de oportunidad, posibilidad de ser y hacer, como posicionamiento frente al mundo. La tarea de la alfabetización que este Centro, y muchos otros, han llevado a cabo durante varias décadas, queda reflejada con gran belleza y emoción en estas fotografías. Recuperar aquellos años, especialmente los de la posguerra, donde millones de mujeres y hombres no tuvieron acceso a la educación y la cultura. Devolver la dignidad a su callado y poco reconocido sacrificio, iluminar con nuevos y agradecidos destellos sus miradas plagadas de carencias, veladas por los anhelos rotos y los sueños incumplidos. La poesía, a pie de cartel, los acompaña en su histórico, pedregoso e incierto camino. Para llegar hasta nosotros, a ser lo que somos, todos esos seres que agradecen mirarnos y que los miremos, vivieron y se desvivieron por celebrar la vida. Por eso la nostalgia de su contemplación nos infunde alegría y profunda esperanza. Gracias a Alfonso Arenas por cuidar de esa hermosa vigilia de lo que fue. Gracias al CEPER “María Zambrano” por entender siempre la educación como un ejercicio de nobleza, dignidad y justicia. No hay olvido posible. Habitaron la huella que ahora se inunda de luz y, con ellos, vencemos frente a la oscuridad.
Josela Maturana
Ver imágenes de la exposición en : https://www.espacio-uno.com/en-exposici%C3%B3n-2
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